Dijiste tantas cosas.
Prometiste tantas otras.
Entendí lo que no quisiste hace
y no me dejé entender
eso que quisiste decir.
Ahora volvés
como buscando.
pero ¿Quién cree en encontrar?
Seguramente sueñes con lo mismo
de siempre
con esas verdades que te mienten
y te venden una felicidad que no existe.
¿Qué venís a buscar?
¿A quién querés encontrar?
Si hace rato que tu voz
hace eco
en un espacio vacío.
jueves, 16 de junio de 2011
martes, 7 de junio de 2011
"Desvelo.
Lentamente lamen las horas.
Hay un cuarto que intenta ser su habitación.
Una
a
una
parecen llegar las diminutas notas,
acariciando el aire.
Nacen de las cuerdas de esos violines,
[los pequeños y mas diminutos violines del mundo]
que claman ser mas que ruido blanco.
Las gotas parecen desteñir los trazos de color
que alguna vez insinuaron realidad.
Los bordes negros de la ventana subrayan el momento
para enmarcarlo como uno de los momentos mas tristes de su vida.
Una diminuta y eterna parte
de un infinito instante de tristeza.
Tristeza mojada
por aquella tormenta
que no deja de golpear.
Que sacude
la mirada
desde afuera.
Que remueve
la mirada
desde adentro.
Esa tristeza que llora
descarnada,
desencajada,
expuesta,
para que todo el mundo la sienta.
Para que todo el mundo la vea.
Ahi.
Afuera y dentro.
Un gato negro ahora se suma,
mientras se pavonea silenciosamente.
Tristeza que cae,
como las lágrimas
que se desprenden
de sus ventanas.
Que cae
como esas verdades alumbradas
por la oscuridad de la noche,
como esas verdades
que
ahora
su gato le vomita
sobre los pies."
Lentamente lamen las horas.
Hay un cuarto que intenta ser su habitación.
Una
a
una
parecen llegar las diminutas notas,
acariciando el aire.
Nacen de las cuerdas de esos violines,
[los pequeños y mas diminutos violines del mundo]
que claman ser mas que ruido blanco.
Las gotas parecen desteñir los trazos de color
que alguna vez insinuaron realidad.
Los bordes negros de la ventana subrayan el momento
para enmarcarlo como uno de los momentos mas tristes de su vida.
Una diminuta y eterna parte
de un infinito instante de tristeza.
Tristeza mojada
por aquella tormenta
que no deja de golpear.
Que sacude
la mirada
desde afuera.
Que remueve
la mirada
desde adentro.
Esa tristeza que llora
descarnada,
desencajada,
expuesta,
para que todo el mundo la sienta.
Para que todo el mundo la vea.
Ahi.
Afuera y dentro.
Un gato negro ahora se suma,
mientras se pavonea silenciosamente.
Tristeza que cae,
como las lágrimas
que se desprenden
de sus ventanas.
Que cae
como esas verdades alumbradas
por la oscuridad de la noche,
como esas verdades
que
ahora
su gato le vomita
sobre los pies."
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